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21 Pues mejor les habría sido no haber conocido el camino de justicia que, después de conocerlo, volver atrás del santo mandamiento que les fue dado. 22 A ellos les ha ocurrido lo del acertado proverbio: El perro se volvió a su propio vómito[a]; y “la puerca lavada, a revolcarse en el cieno”.

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